Las Kilims
Las Kilims durante muchos años fueron las hermanas pobres de las alfombras, Son piezas cuya característica principal es que no tienen pelo, sino hilos que son introducidos entre el entramado y la urdimbre de una manera muy firme de forma que apenas se ve la urdimbre (los hilos “verticales”).
Tienen ciertamente su gracia, y las hay muy bonitas, pero para mí –y es una opinión personal- son algo distinto a las alfombras. Son tejidos, sirven para proteger el suelo, y tienen un punto de alegre, colorista, incluso étnico que las hace diferentes. Y aunque resistentes, no son lo que una alfombra de nudo medianamente buena.
Suelen ser ligeras por lo que se ponen y se quitan de manera bastante fácil, por el contrario, tienen un punto débil que ante una rotura, el arreglo puede salir muy caro (es el entramado que hay que cambiar muchas veces, no unos simples nudos)
Luego están los acabados y los orígenes, las más bonitas suelen ser las “antiguas”, y entecomillo antigua porque no es lo mismo una alfombra antigua que una kilim antigua. Una kilim se considera antigua con muchos menos años que una alfombra . Las antiguas tiene ese punto de estar “hechas polvo” y sin embargo ser muy originales. Las actuales son las que tiene dibujos de rombos y figuras geométricas con colores tirando a fuerte, y luego tenemos un sin fin de kilims comerciales que se pueden encontrar en grandes centros comerciales . No merecen comentario alguno, sino porque los colores con los que se presentan siempre me inspiraron una especie de naturaleza muerta.
Por cierto,las kilims se pueden encontrar por casi todo oriente, desde Turquía hasta China
