Que la situación está mal, es algo que ya se sabe, incluso lo realmente mal, también. Pero lo que mucha gente no sabe, aunque cada vez más , lo intuye, es que es un tiempo abonado para las tomaduras de pelo. Hablaba yo hace quince días con un mayorista de Hamburgo que me comentaba que se había hinchado de enviar mercancía hace tres años a un "liquidador" profesional. Mercancía de pésima calidad, "muertos" en el lenguaje profesional. El profesional, valga la redundancia había montado una campaña. El periódico "La Vanguardia", tan defensora de los derechos de los consumidores, se avino a lo que fuera por hacerse con la campaña de publicidad. Semana tras semana, en grandes trípticos se anunciaban las desgracias de una familia de toda la vida, a la que enfermedades y bancos les habían llevado a la ruina, Lo liquidaban todo, lo suyo, lo del vecino, lo que hiciese falta, y la gente movida básicamente por la codicia (no nos engañemos, la curiosidad sola no es suficiente para acudir a una tienda de alfombras) acudió en masa. Fue uno de los negocios / timos del siglo. La Generalitat, con todas sus agencias de consumo, de protección de la competencia, demostró lo que es un grupo de gente altamente eficaz, saben de que va su trabajo, y aún más ineficientes, no lo saben llevar a cabo.
¿Que por que escribo todo esto? porque en épocas como esta abundan muchos de estos "trileros". Verán tiendas de 80%, , "liquidamos todo". Desconfíe, pregunte sobre precios anteriores y saque conclusiones. dos más dos son 4, no veintidós.