Cuando uno se metió en este negocio, pensó en él como una empresa con un proceder y ser único. Las circunstancias me hicieron replantearme la forma del mismo. Los tiempos han cambiado una barbaridad y la escala de valores también. Tenemos una extraña facilidad para soltar frases de aparente calado sin llegar a pensar en ellas. Y la penúltima frase es un ejemplo. Hoy en día nada se parece a lo que era hace 20 años en el tema de las alfombras. Y he aquí una explicacion.
- Antaño, el mercader de alfombras iba al origen, conocía a los proveedores, y éstos le enseñaban la mercancía, lo elegías y tras unos meses, ésta llegaba y pasaba por dos pruebas: La aduana y unos impuestos terribles, y el comprobar que todo lo comprado y anotado en papel, llegaba (con suerte era mecanografiado). El romanticismo quedaba para los viajeros europeos que narraban como en un burro habían alcanzado una aldea que producía unos tejidos maravillosos...Tonterías.
- El paso intermedio fue cuando comenzaron a aparecer empresas mayoristas en Europa. Éstas en su gran mayoría era de capital Iraní, Afghano, e incluso turco. Se establecieron sobre todo en Hamburgo, Alemania, en la zona Franca, pero también habían grandes almacenes en Suiza e Inglaterra. Fue una revolución, porque ahora podías elegir la mercancía aquí "al lado", y por un pequeño sobrecoste te llegaba en 15 días. El problema fue que apareció el Euro. E Internet.
- De repente todo el mundo se hizo rico y la demanda se disparó. Además ahora se disponía de una divisa potente, medios de transporte increíbles y unas aduanas laxas en muchos casos. Pero fue entonces cuando la picaresca se disparó en el sector. Fue y es en muchos sentidos la época de las "subastas", alfombras de diseño. Muchísima frusilería y gente dispuesta a pagar por lo que no conoce. Y lobos con piel de cordero.
- En invento del siglo XXI es más viejo que la Tos, dar gato por liebre, aunque el gato sea extraordinariamente bello. Y con un envoltorio único, fotos irreales y de una calidad que echa para atrás. Pero irreales al fin y al cabo. Es como las televisiones planas. Cada 18 meses hay algo nuevo y esa maravilla que tenemos en casa no sirve...