La crisis

Nos encontramos ante una nueva temporada, y prácticamente con todos los comercios en caída libre. A los alfombreros nos pasa lo mismo e incluso aumentado al ser nuestra mercancía un bien dispensable. Y lo curioso del caso es que los precios que se están ofreciendo al público son de un ajustado como el que nunca se había visto hasta ahora, mientras que los precios en origen se han disparado. Que estamos viviendo una crisis brutal es algo que ya conocemos, pero no ocurre lo mismo en los países productores. Además se ha producido una concatenación de hechos que han contribuido a un alza de precios muy importante.

1. Por una parte el precio de la lana ha aumentado en más de 50% 
2. Artesanos de alfombras que antes trabajaban en Pakistán, generalmente de etnia Pashtún, o afghanos para entendernos, han vuelto a su país de origen, pues aunque el americano esté "perdiendo" la guerra, lo está ganando con los trabajos muy bien renumerados que va instalando en Afghanistán (y todo ello a la chita callando).
3. Es también una época muy peligrosa, porque a las liquidaciones reales que puedan exisitir se le añaden otras surgidas de la nada, sobre todo de empresas que surgen de la nada y que son una especie de ejecutoras de suspensiones de pagos, quiebras de no se sabe donde. Ante ello las respuesta de las autoridades no suele existir, por lo que la impunidad se convierte en algo muy real.
4. Los grandes centros comerciales tipo Ikea, Leroy Merlín, incluso cadenas de ropa de hogar se han lanzado a vender alfombras pseudo-étnicas , o proto modernas de materiales sintéticos a unos precios increíblemente bajos. No es de extrañar, puesto que la calidad es ínfima, o proceden de stocks ajados o con alguna historia oscur.   Uno desde su modestia les puede asegurar que podría competir con ellos, mejorando incluso precios, pero hay un pero...Y es que un comerciante medianamente serio no puede vender sin ofrecer un mínimo de garantía de lo que vende. Es por ello por lo que en tiempos de crisis también aparecen "ocasiones"