No son alfombras del tipo patchwork, hechas a base de retales. Sino que buscan suplantar el adjetivo que generalmente se asociada con muebles. objetos viejos -pero graciosos- que sin llegar a la categoría de antiguedad son algo "distinto". Incluso en el precio. Un tintero, una lámpara. Pero ¿una alfombra?.
El problema se debió de plantear en los inmensos almacenes de Alemania con stocks de alfombras viejas, feas y sobre todo invendibles (las rotas se utilizarían para hacer patchwork). ¿Cómo comercializar una alfombra que se sabe fea, dificil de encajar por la multitud de colorines que tiene, por no hablar de la calidad...?.
Pues muy sencillo, tintándolo, o dejándolo al sol para rebajar drásticamente las tonalidades. Luego se le añade una cubierta de piel o un material noble con la excusa de protección o antideslizamiento y ya se tiene la mitad del producto.
La otra mitad corre a cargo de los interioristas, fotógrafos y creadores de "topic tenders". Los primeros escogen unas localizaciones ideales, casas "normales" con salones a partir de 60 metros cuadrados -vamos lo normal-, los fotógrafos sacan petróleo de donde no parecía haber, creando un espacio irreal pero fantástico e impactante. Y los directores de revistas de decoración se lanzan como locos a promocionarlo creando una literatura absolutamente impostada. Se habla de "calidades de lana" cuando son piezas viejas, de nudos medianos como mucho, de "acabados artesanales", cuando éstos son de muy dudosa calidad, y el "artesanado" ya se da por hecho.
Curiosamente en una web , norteamericana , recalcan que los tintes que ellos utilizan son los mejores. Alemanes. Nada de tintes naturales o artesanales...
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