Pasan los años, y algunos de los vicios relacionados con las alfombras persisten. Empresas que súbitamente se encuentran en la ruina, enfermedades que conducen a situaciones trágicas, bancos malvados que le acosan hasta los últimos extremos…todo vale en el afán de llamar la atención y al bolsillo del consumidor. Se apela de una manera a la codicia del consumidor final, para que se aproveche de la situación de una desgracia ajena. Pero nada más lejos de la realidad, la empresa que se anuncia es un lobo con piel de cordero. La empresa si carece de algo no es medios precisamente sino de escrúpulos…
Las alfombras orientales no dejan de ser un producto que no es imprescindible, por lo que su conocimiento no deja de ser limitado por parte del gran público. Por ello, la mejor manera de atrae a éste es apelando a aspectos que remotamente pueden sonarle a uno, y que sin embargo no tienen nada que ver con la realidad. ¿A quien no le atrae un producto rebajado en más de un 50%?, por lo menos produce curiosidad. ¿Y si se adorna con fotos teatralizando el tema?. Pues aun atrae más.
En Barcelona, se vivió en el año 2009 una campaña escandalosa por parte de una empresa que "cerraba" acuciada por bancos, enfermedades y un montón de desgracias. Tenían que liquidarlo todo, y eso hicieron, pero saltándose todas las normas. Si la empresa estaba obligada a liquidar únicamente sus existencias, compraron containers de mercancía que los mayoristas rechazaban y las mezclaron con otras normales, el resultado espectacular . Se inflaron los precios, se anunciaron alfombras con fotos que no se correspondían a la realidad. Y el público picó. Los daños para el sector terribles. La autoridad, en este caso "competencia" y "consum" en Catalunya no supieron o no quisieron ver el tema. Diarios como "La Vanguardia" o "El Periódico" rápidamente se apuntaron al carro de la publicidad. A sabiendas que el tema no era más que un fraude, se dejaron llevar por el aspecto que uno de sus redactores jefes me comentó como "es un tema comercial"...
Así a finales del 2.010 deben de haber muchos hogares con alfombras de baja o dudosa calidad compradas con precios abusivos, sin ninguna garantía (el vendedor ya no está) y el absoluto desconocimiento por parte del comprador de la situación real
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